El delirio, la inquietud la efervescencia de los cuerpos la apetencia de los labios, tu sabor y tu mirada me estremecen, la inminente sensación del deseo se repite inagotable, encendido, conduciéndonos al placer que nubla la conciencia , el calor de tu sexo ansioso y complaciente a mi intimo furor, y después exhaustos, la confidencia la sonrisa y la mano tendida que acaricia, buscando la existencia encontrando la calma.