Ese instante que te estremece y te arrebata los sentidos,
el punto exacto donde no es posible pensar,
que se transforma en un ritual que embeleza,
y en la sed que no se puede calmar,
solo con el sabor delicioso del amor .
Foto de mi autoría Con el tiempo aprendí que la felicidad vibra en sincronía con las cosas simples. Aprendí a centrar la atención en las cosas que valoro y en las personas que amo. Transmutando los miedos y el pasado. Que lo que endulza la vida, alcanza la alegría, e invita al alma a danzar. Son esas pequeña cosas que acarician el corazón, que me susurran al oído atrapa el instante y que mi voz interior no debe callar. Me emociona una mirada a los ojos, admirar una flor el cielo y el mar. Son esas emociones bordadas con hilos de seda en el lienzo áspero de la vida que palpitan en lo mas intimo. Aprendí a crear la felicidad donde encuentro la belleza , y la sublime sensación de amar. Aprendí que queda tanto por sentir!
Entre luces y sombras habitas en mi mente y en los callejones de mis insomnios. Allí estás quemando la piel encendiendo mi corazón. ...Y se ahogan mis sentidos una noche más .
Te presiento desde aquí sintiéndote cerca. Los dos atrapados en las ansias saboreando la impaciencia. Saciando la sed de mi delirio incesante inquietud bebiendo caricias. Los dos en nuestro efímero universo suspirando fragmentos de tiempo.
Delicioso poema Hanna, sugerente y embriagador como ese sabor delicioso del amor...eres la suavidad personificada....besos
ResponderEliminarEs tan lindo recibir tus comentarios, tus palabras son gratificantes para mi!! Un beso grande
EliminarRescato de tu texto "...arrebata los sentidos", "... se transforma en un ritual", realmente es sublime.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bueno que te guste, muchas gracias por tu comentario.
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